La importancia de la industria 4.0, o de la cuarta revolución industrial, va entorno a todas las nuevas posibilidades presentes en las áreas afines a esta, además de una maximización de la eficiencia y productividad en las industrias manufactureras. Sin embargo, también hay consecuencias que merecen ser mencionadas.
Para contextualizar, la primera revolución industrial se concretó con la invención de la máquina a vapor y el paso de la producción manual a la mecanizada a mediados del siglo XVIII e inicios del XIX; la segunda, siendo habilitada por la electricidad, se centró en la producción en masa a mediados del siglo XIX; la tercera, a mediados del siglo XX, se centra en tecnologías de la comunicación e información, y la automatización.
La cuarta revolución industrial se centra en tecnologías como: Big Data, robots autónomos, impresiones 3d, simulaciones, internet de las cosas (IoT), ciberseguridad, entre otras. Cabe aclarar que estos ámbitos no son nuevas invenciones, más bien son avances importantes en el legado industrial de las anteriores revoluciones.
Las ventajas para la industria, debido a lo anterior, van entorno a: la optimización de los niveles de calidad, reducción en tiempos de producción, mayor ahorro de costes, mayor seguridad en los procesos, producción más flexible, flujo de datos más eficiente, y demás.
En un mercado que cada vez se hace más competitivo y en el que la vara de la cantidad y calidad de sus productos sube cada vez más, la industria 4.0 parece ser la única respuesta si es que se quiere mantener el ritmo en esta nueva era tecnológica.
La industria 4.0 en Chile
Respecto a las industrias chilenas, existe el Índice de Transformación Digital (ITD), un indicador multidimensional con el objetivo de medir el liderazgo hacia lo digital.
En la versión 2021, una de las conclusiones que comentó Pablo Terrazas, vicepresidente de CORFO, fue que tanto las microempresas como las pymes, debido a la pandemia, tuvieron que redirigir sus recursos hacia la digitalización de sus procesos y la integración de nueva tecnología, o sea, dieron un paso hacia la industria 4.0 con el fin de seguir siendo funcionales en una era que rápidamente se está transformando hacia lo digital. Además, señaló que: “Son las empresas de menor tamaño las que han decidido hacer de tecnologías como el e-commerce una constante en sus estrategias de negocio, lo que las vuelve más competitivas, resilientes y sostenibles a largo plazo”.
Por otro lado, según el investigador-demógrafo independiente, Goran Miladinov, Chile es líder en Latinoamérica en materias referentes a la automatización y a la industria 4.0. Así lo afirmó el experto en la inauguración del año académico de la Escuela de Ingeniería de DUOC UC.
La importancia de sus consecuencias
En esta época de transición a la industria 4.0, es importante conocer sus beneficios, pero también las desventajas o consecuencias de esta.
Una de las consecuencias más importantes de la industria 4.0, es que requiere que las empresas cuenten con personal especializado en las materias. Esto implica una actualización de conocimientos o inclusión de nuevos profesionales que empujen la incorporación de tecnologías en la industria.
En el 2013, dos académicos de la Universidad de Oxford realizaron un estudio, usando el mercado de EE. UU, para poder predecir cual sería la probabilidad de que, una vez desarrollada la tecnología necesaria, se pudieran automatizar ciertos trabajos. La conclusión fue que el 47% de los trabajos en ese mercado se podrían llegar a automatizar.
Llevando la pregunta a Chile de qué trabajos se podrían automatizar, o que trabajos tienen la mayor probabilidad de ser automatizados, el número ronda el 60%.

En términos empresariales, a largo plazo, significa un aumento en la eficiencia y productividad, reducción de errores y de costes, y varios más; en resumen, un mejor modelo.
Aquellos trabajos que no requieran algún grado de creatividad, o habilidades críticas, eventualmente podrían ser reemplazados por esta tecnología .
En conclusión, la inclusión completa de estas tecnologías en la industria es inminente, lo que obliga a una adaptación gradual, algo que ha pasado muchas veces a lo largo de historia, que, de no ser así, las consecuencias pueden llegar a ser quedar en el pasado, siendo sobrepasados por aquellos que sí lograron “montar la ola”.